Humanismo, es un acto de formación y reencuentro del hombre con su esencia; consiste en reflexionar y velar porque el hombre se eduque humano y no un inhumano o un bárbaro, es decir, fuera de sus valores y esencia. Sin embargo el humanismo va mas allá de lo que cultural e históricamente se ha planteado. Significa un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una necesidad social y humana y necesidades físicas de espiritualidad y de sociabilidad.
1. Los primeros humanistas
El humanismo surgió como una imagen del mundo al término de la Edad Media. Los pensadores humanistas fueron entonces intérpretes de nuevas aspiraciones humanas impulsados por la decadencia de la filosofía escolástica, cuyo centro de gravedad era la vida religiosa y la inmortalidad ultraterrena. El humanismo vino a sustituir esa visión del mundo con la reflexión filosófica abundante en productos racionales, en la que primaba la idea del hombre como ser humano, verdadero e integral.
2. El humanismo en el siglo XX Vinieron después no pocos humanistas, con aportaciones igualmente notables quienes allanaron el camino hasta nuestros días. En este contexto es donde ha de ubicarse el conductismo. Este sistema, que creó escuela, desarrollado sobre la base proporcionada por los principios del fisiólogo Iván Petrovich Pavlov (1849-1936), concibe al aprendizaje a partir del condicionamiento reflejo animal, es decir de reflejos condicionados de los fenómenos psíquicos más acabados, los cuales dan lugar al aprendizaje, la voluntad, los hábitos.
Posteriormente vino Burrhus Frederich Skinner (1904-1990), psicólogo estadounidense, quien también enfocó su estudio en los procesos de aprendizaje hasta descubrir un nuevo tipo de condicionamiento de la conducta animal, denominado éste «condicionamiento operante o instrumental», aplicable a todos los campos de la psicología.
En ambos casos, los estudios están fundamentados en experimentos con la conducta animal a base de repeticiones. Por ese motivo, el conductismo se relaciona de inmediato, en educación, con las reacciones humanas automáticas. En tal caso, el proceso educativo se reduce al suministro controlado de una serie de factores externos y de estímulos para producir en el educando reacciones observables. Así, deja de lado las actitudes y motivaciones personales al considerarlas carentes de valor, además de que limita la creatividad y no permite ni promueve la reflexión.
Ejemplos de estos condicionamientos pueden ser la memorización (basado en la ley de la repetición) o la realización de trabajos de imitación en los cuales ya se conocen los resultados con antelación.
La acción humana se explica mediante el arco reflejo, el hombre queda reducido a un mero mecanismo, productor de conductas medibles, mientras que la motivación se estimula mediante la actividad reforzada, de la repetición condicionada. En ello, precisamente, estriba la falla del conductismo: en la explicación mecanicista de la compleja acción humana.
De acuerdo con esa perspectiva, el humanismo incorpora del existencialismo las siguientes nociones:
* el ser humano es electivo, por ende, capaz de elegir su propio destino;
* el ser humano es libre para establecer sus propias metas de vida; y
* el ser humano es responsable de sus propias elecciones.
En ese mismo sentido, existen postulados comunes a la mayoría de los psicólogos humanistas, a saber:
a) El ser humano es una totalidad. Éste es un enfoque holista, cuyo objetivo consiste en estudiar al ser humano en su totalidad y no fragmentadamente.
b) El ser humano posee un núcleo central estructurado. Dicho núcleo es su «yo», su «yo mismo» (self) que es la génesis y la estructura de todos sus procesos psicológicos.
c) El ser humano tiende naturalmente a su autorrealización formativa. Puesto frente a situaciones negativas, debe trascenderlas; y si el medio se define como propicio, genuino y empático, amén de no amenazante, verá favorecidas sus potencialidades.
d) El ser humano es un ser inserto en un contexto humano, y vive en relación con otras personas.
e) El ser humano es consciente de sí mismo y de su existencia. Se conduce de acuerdo con lo que fue en el pasado y preparándose para el futuro.
f) El ser humano está provisto con facultades de decisión, libertad y conciencia para elegir y tomar sus propias decisiones. Estas facultades lo convierten en un ser activo, constructor de su propia vida.
g) El ser humano es intencional. Esto significa que sus actos volitivos o intencionales se reflejan en sus propias decisiones o elecciones.
Desde este punto de vista, la educación debe de centrarse en ayudar a los alumnos para que decidan lo que son y lo que quieren llegar a ser. La educación humanista, propugna la idea de que los alumnos son diferentes, consecuentemente, los ayuda a ser más como ellos mismos y menos como los demás.
La escuela tiene como principal objetivo proporcionar una educación formal mediante un proceso integral de carácter intencional, planificado y sistematizado, que se concretiza en un currículo oficial y se aplica en calendario y horario definido. No obstante. La educación formal no es autónoma de la educación externa negativa que proviene de la sociedad y su entorno, juanto ala cual ha tenido que sobrevivir e incluso competir. Esta ultima entorpece contradice y desvaloraliza los fundamentos pedagógicos del proceso educativo. Esto se manifiesta con la gama de información no adecuada, que resulta más atractiva para los niños y los jóvenes, a través del cine, la televisión, la calle y la información de la Internet. Dicha educación, lejos de formar, deforma y lejos de educar, deseduca.
El vasto, desarrollo científico y tecnológico que hemos vivido en estos últimos años, ha interconectado y transformado al mundo en los aspectos económico, político, social y cultural en un espacio globalizado, desapareciendo fronteras con consecuencias benéficas para la humanidad, proporcionando gran confort a nuestra calidad de vida, enormes logros en medicina y salud, alargando incluso, nuestro promedio de supervivencia. Sin embargo, estas grandes ventajas no nos han hecho mejores seres humanos, al contrario, nos han hecho vivir en mundos cada vez mas superfluos, alejados de la realidad, con ideas vanas, nos han vuelto más egoístas, mercantilistas, presuntuosos, enajenados por modas pasajeras sin ningún valor, han acrecentado la ambición entre los hombres y el poder como principales medios para dominar a nuestros semejantes.
La tarea de educar es de todos, por eso como docentes, padres de familia y sociedad en general, apliquemos estos conocimientos teóricos propuestos y muchos más, pongámoslos en práctica en la casa, en la calle, en la escuela y en todo lugar, vivamos con valores, actuemos con apego a principios éticos, seamos mas reflexivos con neutros hijos, con nuestros maestros, con nuestros alumnos, con todos los que conformamos esta sociedad, seamos mas abiertos, menos directivos, actuemos sin inhibiciones de sociedades tradicionalistas, fomentemos el espíritu de cooperación, basado en respeto y reconocimientos mutuos, seamos mas humanos, que nos ayude a demostrar los sentimientos, emociones y aspiraciones, para lograr vivir con trabajo pero sobre todo con dignidad y amor a nosotros mismos, y finalmente, a los maestros y padres de familia, enaltezcan el verdadero valor de educar, cuya meta no solo es lograr mejores profesionistas si no mejores seres humanos.
El Humanismo propugnaba, frente al canon eclesiástico en prosa, que imitaba el pobre latín tardío de los Santos Padres y el simple vocabulario y sintaxis de los textos bíblicos traducidos, los studia humanitatis, una formación íntegra del hombre en todos los aspectos fundada en las fuentes clásicas grecolatinas, muchas de ellas entonces buscadas en las bibliotecas monásticas y descubiertas entonces en los monasterios de todo el continente europeo.